Septiembre 24
Día de la Nuestra Señora de Walsingham
Esta es su Historia
Una tarde del año 1061 una joven inglesa llamada Richeldis caminaba en uno de los campos de su poblado cuando de repente se le apareció la Virgen María. La Virgen le dijo que ella quería que en este poblado se construyera un lugar de adoración que fuera un ambiente de paz, amor, fe y alegría como había sido la casa de Jesús en Nazareth, y así, los europeos no encontraran sólo la presencia de Dios teniendo que ir hasta Tierra Santa.
La Virgen le indicó a la joven que el lugar exacto sería a pocos metros, y de un momento a otro apareció allí mismo un pozo de agua. Este pozo contenía agua bendita, por lo que los milagros, la construcción del templo y la adoración comenzaron al poco tiempo.
Pasaron varios siglos y el Templo era el lugar más importante de adoración a la Virgen en toda Europa, pero al presentarse el rompimiento del Rey Enrique VIII con la Iglesia de Roma y por ende, el surgimiento de la llamada Reforma, este decidió destruir el templo, tomar todas las reliquias y tesoros que habían en el lugar y cerrar el pozo llenándolo de excrementos y basura.
Fue así como este lugar de adoración desapareció por varios siglos, pero a principios del siglo XX (1931) el sacerdote Anglicano Hope Patten decidió que debería volver a existir este santuario, buscaron en los alrededores y ubicaron el pozo. Tras limpiar, el agua volvió brotar con su mismo poder milagroso, por lo que de nuevo se construyó a pocos metros un templo de adoración el cual es el que actualmente existe.
Es a este templo donde en el año de 1991 el Padre Peter Walters —Director y fundador de Let the Children Live / Fundación !Vivan los Niños!— llega como viceadministrador tras haberse ordenado algunos años antes como sacerdote anglicano.
Es estando en este lugar, cuando el Padre Peter en 1994, decide regresar a Colombia para ayudar de alguna manera a los niños callejeros, pues él nunca olvidó, que cuando visitó el país como turista por allá en 1982, pudo sobrevivir, tras perder todo en un robo, sólo gracias a la ayuda de unos niños de la calle.